Puedo sentir las nuevas energías
y conectar mi ser para vivirlas.
Es como si quisiera devorarlas;
no con mi boca, sino con mi alma.
El corazón se agita y todo lo que
quiero ser, fluye a través de miradas, movimientos y palabras.
Es una nueva Luna, una que me sonríe.
Me ilumina nuevamente, tras períodos de sombra y amargura.
Aunque creo que ella siempre estuvo ahí.
Fui yo quien negó la compañía de su luz.
Así es la vida, luces y sombras.
Nueva luna, nueva luna llena.
miércoles, 9 de noviembre de 2011
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