Entre bosques reafirmé lo que siempre creí.
Ni sus rostros, ni sus miradas, ni sus voces
Mi corazón ha muerto otra vez.
No existe pasión en mi sangre,
no hay color en mi piel,
no tengo una sonrisa que ofrecer.
Mi voz y su agonía crónica es lo único que me queda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario